jueves, 25 de julio de 2013

Abundando en las Competencias Gerenciales

Abundando en las Competencias Gerenciales




La mayoría de las personas que inician un negocio, lo hacen sin pensar en como deben dirigir el mismo, y van avanzando en la administración, de forma mas bien empírica, sin haber realizado estudios previos de cómo debe dirigir el mismo. Quizás cuando se trata de un negocio pequeño, donde solo trabaje la familia, no sea tan necesario el desarrollo de otras competencias gerenciales, ya que el respeto y los intereses comunes, pueden garantizar que todos funciones armónicamente, en la dirección deseada y de la manera esperada.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, los dueños de negocio tiene trabajadores que no pertenecen a su familia, incluso existen algunos que lo prefieren. Es entonces que el ejercicio de la administración, para que esta sea exitosa, impone el desarrollo de un grupo de habilidades gerenciales que permitan cohesionar a todo el personal en torno a los propósitos del negocio, para que se obtengan los beneficios esperados. La formación y desarrollo de estas competencias, transitan un largo camino, desde el conocimiento hasta la acción, transitando los siguientes estadios:


El nivel del saber, ser refiere al conjunto de conocimientos donde se sustenta una determinada competencia; estos conocimientos puede ser técnicos o sociales. Los conocimientos técnicos se orientan a la ejecución de determinadas tareas, en tanto que los conocimientos de carácter social se orientan hacia las relaciones interpersonales. En este nivel, los conocimiento pueden adquirirse en una institución docente o pueden haberse adquirido con la experiencia, mediante la percepción propia, producto de vivencias generalmente reiteradas.

Saber hacer consiste en poner en practica los conocimiento adquiridos. Como en el caso anterior, las habilidades correspondientes a este nivel se clasifican en: cognitivas, técnicas y sociales.  Las habilidades cognitivas son las que permiten el proceso de la información recibida para analizarla, interpretarla y resumirla para tomar decisiones. Las habilidades técnicas se orientan a la realización de tareas concretas, tales como realizar un balance contable, hacer una auditoria, elaborar una estrategia, organizar un taller, etc. Las habilidades sociales propician la relación interpersonal en actividades tales como dar una reunión, trabajar en equipo, ejercer el liderazgo, negociar y hablar en publico.

En el nivel “saber estar” se agrupan las habilidades que le permiten la integración y pertenencia a un grupo, y la adecuación a un determinado entorno social y cultural. Entre estas habilidades se encuentran los valores, las creencias y las actitudes, todas las cuales se relaciona directamente con la psicología y el desarrollo de la personalidad.

Además de tener conocimientos, saber aplicarlos y tener las habilidades para desenvolvernos con exito en un determinado entorno social, el desarrollo de las competencias precisa del “querer hacer”. Este nivel integra las aptitudes y las condiciones personales, en un término que permite tomarlos como un todo al que llamaremos potencialidades.  En este nivel resultan determinantes las motivaciones del individuo para mostrar o no las habilidades desarrolladas. Al respecto, la Psicología de la Motivación proporciona pautas de análisis para comprender la motivación humana, las variables implicadas y las posibles estrategias para abordarla.

El nivel del poder hacer integra un grupo de factores relacionados con las habilidades personales y con las características situaciones que intervienen en el proceso de desarrollo de las competencias. Desde el punto de vista individual se integran la capacidad personal, las aptitudes y los rasgos personales, dicho de otro modo, las potencialidades del individuo. Desde el punto de vista de la situación, este nivel atañe a que tanto favorece el medio el desarrollo de una competencia en especifico.

Cuando se integran todos estos componentes, conocimientos y habilidades, se adquiere la competencia deseada y se logra hacer lo que es preciso con eficacia.

Las habilidades y competencias que precisa un buen gerente, son muchas y complejas, ya que incluyen no solo el conocimiento del negocio y las habilidades técnicas asociadas al mismo, sino también un grupo de competencias generales que le permitan liderar a sus colaboradores con éxito. Dado que las competencias técnicas, son especificas de cada tipo de negocio en particular, en función de la producción o servicio de que se trate; en este espacio, vamos a abordar las competencias gerenciales, las cuales son comunes a cualquier tipo de organización, tanto a la dirección de la escuela, como a la de un hospital, una fábrica, una corporación o un negocio de pequeñas dimensiones.

En la formación de un gerente, los conocimientos y habilidades asociadas al ejercicio de la dirección, se relacionan directamente con el contenido de las cuatro funciones generales de la dirección: planificar, organizar, liderar y controlar.  Algunos especialistas han agrupado las competencias necesarias para un gerente en tres categorías: de gestión, sociales y emocionales.

Las competencias de gestión se refieren a aquellas habilidades que permiten al gerente el ejercicio eficaz de las funciones generales y especificas de la dirección de su negocio u organización. Como parte del ejercicio de la planificación, el gerente debe ser capaz de elaborar estrategias, fijar metas objetivamente, elaborar planes de trabajo y planificar el trabajo de cada uno de sus colaboradores, aprovechando todas sus potencialidades.

La función de organización demanda de los gerentes la capacidad de distribuir adecuadamente los recursos, utilizándolos eficientemente; y en el orden personal, saber llevar una agenda, dar una reunión, manejar su archivo y la documentación general del negocio. El ejercicio exitoso del liderazgo en la actualidad, pone el énfasis en el desarrollo de las competencias sociales y emocionales, ya que son estas las que permiten relacionarse adecuadamente con las personas, motivarlas, y lograr el compromiso necesario en torno a las metas de la organización.

Finalmente, el control supone el dominio de las técnicas de control, la interpretación de los estados financieros, el análisis económico y el dominio de las leyes que se aplican en el negocio especifico que se trate. También se relacionan con el control las técnicas de evaluación del personal; del control de la calidad y del sistema de seguridad y salud en el trabajo.

Del numeroso grupo de competencias que precisa un gerente exitoso, las menos conocidas por una proporción significativa de los dueños de negocios y directivos, son las competencias emocionales; sin embargo, hoy en día son estas competencias las que pueden darle mayor numero de dividendos, toda vez que la diferencia competitiva mas relevante en estos momentos se localizan en el capital humano, y es en esta área donde las competencias emocionales surten su mayor influencia. Por la importancia de estas competencias, en el desarrollo de los directivos contemporáneos, le dedicaremos un espacio exclusivo en nuestra próxima publicación, a fin de poder profundizar en su contenido.



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