¿Cuál
es el valor de su organización?

En nuestras conversaciones
anteriores, hemos venido tratando la necesidad del incremento de los activos
intangibles de las organizaciones, mediante una eficaz gestión de capital
humano, que permita el desarrollo de las potencialidades de los colaboradores.
Dentro de estas concepciones, desempeñan un papel determinante la gestión del
conocimiento y las competencias de los empleados, mediante una estrategia que
propicie el transito de la mera información, al conocimiento y posteriormente a
la incorporación de nuevas competencias.
La
implantación de la Gestión del Conocimiento propiciará a la empresa
beneficios tales como:
v
El encuentro de una
diferenciación estratégica.
v
Ser capaces de producir
nuevo conocimiento mediante la experiencia, las aptitudes y el cambio de las
actitudes en la cultura organizacional.
v
Mejorar la comunicación.
v
Identificar y calificar
las fuentes de conocimiento y ser capaces de transferirlo eficazmente.
v
Estar en condiciones de
poder medir los resultados a partir de los datos, información y conocimiento
dentro y fuera de la organización.
v
Acortar los tiempos en
los proyectos de planeamiento.
v
Optimizar los procesos,
incrementando la productividad.
v
Utilizar en mayor grado
los recursos existentes dentro de la organización.
v
Posibilitar la creación
de un círculo virtuoso entre el aprendizaje individual y el de la organización
en pleno.
Todos los especialistas vinculados al estudio de la administración de
negocios, reconocen en el
conocimiento un recurso importante que debe adquirirse, clasificarse,
conservarse y explotarse para lograr los objetivos de la organización y hallar
nuevas oportunidades. También coinciden en que la gerencia del conocimiento es
un proceso, el cual debe formar parte de las actividades cotidianas de una
organización. El ambiente
competitivo que se vive en el presente siglo ha hecho crítica la calidad del
conocimiento que las empresas aplican a sus procesos claves de negocio. En cualquier empresa, la cadena de suministros
depende del conocimiento que se tenga sobre materias primas, planificación,
manufactura, distribución, etc. Asimismo, el desarrollo de nuevos productos
requiere conocimiento sobre las necesidades de los consumidores, nuevos
descubrimientos científicos, nueva tecnología, mercadeo, etc.
Cuando una organización se plantea la implantación
de la Gestión de Conocimiento, no se
trata sólo de crear las condiciones para recopilar la mayor cantidad de
información posible o la mayor cantidad de cifras y datos, sino antes bien, se
trata de contextualizar la información disponible en la organización y
transformarla en conocimiento a partir del entorno referencial de sus miembros.
Para la
formulación de una estrategia de Gestión del Conocimiento tiene que partir necesariamente
de comprender el por qué de la necesidad de gestionar el conocimiento en el
entorno empresarial, la cual proviene de la
convergencia de cinco tendencias que están presionando a los negocios para que
hagan un uso rápido y eficiente de su capital intelectual:
1. La cantidad de conocimiento en
constante aumento contenida en los productos y servicios.
2. Un ciclo de vida más corto de la
utilidad del conocimiento.
3. La reducción del tiempo y las barreras
geográficas gracias a la informática e Internet.
4. Una tendencia en la concentración en
las aptitudes principales y mejorar la productividad de los profesionales
capacitados.
5. Y un enfoque en aumento sobre el
crecimiento que requieren los negocios (empresas, micro-empresas,
emprendimientos y afines) para sobrevivir.
En consecuencia, toda estrategia
de Gestión del Conocimiento debe considerar pues tres procesos característicos
e independientes:
v La creación de conocimiento por parte de las personas o grupos de
profesionales dentro de una
empresa o en un emprendimiento determinado.
v La adición de conocimiento, que es la acumulación sistemática de las
habilidades y experiencias que las personas adquieren en su relación con los
procesos y prácticas del negocio, la información relacionada con un negocio en
particular, las propiedades intelectuales como patentes, secretos de
fabricación y acuerdos de licencia, que opera como una base de datos de
conocimiento sobre el negocio.
v La utilización y re-utilización del conocimiento, que implica descubrir lo que conocemos del
negocio y distribuir este conocimiento a toda la organización (si se trata de
una empresa) para que se utilice, se vuelva a utilizar y actúe respectivamente
para crear nuevos conocimientos al negocio, cerrando el círculo del proceso.
Los propósitos generales de la estrategia de Gestión del Conocimiento,
se pueden enunciar de la forma siguiente:
v Formular una estrategia de alcance organizacional
para el desarrollo, adquisición y aplicación del conocimiento.
v Implementar estrategias orientadas al conocimiento
buscando el apoyo de los estamentos influyentes de la empresa.
v Promover el mejoramiento continuo de los procesos
del negocio, enfatizando la generación y utilización del conocimiento.
v Monitoreo y evaluación los logros obtenidos mediante
la aplicación del conocimiento.
Ahora
bien, dado que las actividades propuestas tienen influencia sobre diferentes
niveles y funciones organizacionales, para que la gerencia del conocimiento
tenga éxito, se deben combinar estas acciones con otras llevadas a cabo en
diferentes partes de la organización y deben guardar coherencia entre sí, a
saber:
v
Estructura y cultura organizacional: debe promoverse la creación de estructuras que
faciliten el crecimiento de "comunidades con intereses afines", por
ejemplo, grupos de profesionales que se relacionen informalmente debido a que
se enfrentan a problemas comunes para los cuales buscan solución,
constituyéndose a sí mismos en una fuente y depósito de conocimiento.
v
Administración de personal: se requiere sincronizar programas de
entrenamiento, desarrollo, selección y reclutamiento, retención, ubicación,
diseño de funciones, cambio cultural y motivación hacia la participación y
creatividad, y la administración de todos los tipos de contratos de trabajo.
v
Procesos del negocio: es necesario generar proyectos de innovación de
procesos y reingeniería tanto para hacer cambios radicales como para mantener
el mejoramiento continuo.
v
Aplicación de tecnología: se debe tener a disposición herramientas que
permitan realizar mapas de conceptos, bases de datos orientadas a objetos y con
características de multi-medias e inteligencia artificial orientada a la adquisición
de conocimiento, a la representación del mismo, al soporte en toma de decisiones,
a la minería de datos y a la difusión del conocimiento.
La importancia y vigencia de la Gestión
del Conocimiento para las empresas contemporáneas puede resumirse en la
siguiente frase de Bill Gates: “El
verdadero poder no radica en el conocimiento acumulado sino en el conocimiento
compartido” Es por ello que su aplicación no debe limitarse a las grandes
empresas, también es prioritaria para negocios de pequeño formato en las cuales
la puesta en práctica de la misma, podría generar gran valor al negocio, permitiéndoles
seguir siendo una organización sistémica, abierta, sinérgica y viable.
El futuro esta reservado solo para
aquellas organizaciones que aprenden; donde cada uno de sus miembros ha
aprendido la dinámica de desaprender- aprender tan necesaria en este tiempo en
que el conocimiento envejece tan rápidamente. Los colaboradores más eficaces
son aquellos que han aprendido a aprender, y aceptan el cambio como condición de
crecimiento permanente, incorporando las nuevas tecnologías y avances científicos,
convirtiendo el conocimiento tácito en explícito y poniendo todo su potencial
de competencias a disposición de la organización. El aprender a aprender es lo que
garantiza que las personas obtengan la capacidad de continuar adquiriendo
conocimientos nuevos en forma ilimitada y de acuerdo a las características que
presente el mundo, la empresa, el puesto y él mismo.
En el contexto de los 2000, la formación laboral y/o profesional
nunca termina, por lo que el éxito de la Gestión del Conocimiento radica en
lograr que la organización aprenda a aprender, ya que en nuestros tiempos, el
valor de una organización se mide por la cantidad de conocimiento acumulado,
compartido y aplicado por cada uno de sus miembros. Dicho de otro modo, el
verdadero valor de la organización, hoy día, radica en el monto de sus activos
intangibles.
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