Desconfiar
de los demás en exceso, es el quinto de los pecados que cometemos contra
nuestra felicidad, y consiste en adoptar una actitud recelosa en nuestras
relaciones interpersonales, asumiendo que los demás no son de fiar, antes de darles
la oportunidad para probar su confiabilidad.
El
antídoto para este “pecado” es la confianza inteligente, que como su nombre
indica, consiste en confiar en los demás duna manera tal que:
- Se maximicen nuestras oportunidades de obtener beneficios, ya sean materiales o emocionales, a partir de confiar en otras personas.
- Se minimicen las oportunidades de ser engañados, perjudicados o heridos.
Un
estudio realizado por una agencia internacional, cuyo propósito fue analizar la
relación entre felicidad y la confianza en otras personas, obtuvo resultados
muy interesantes, ya que se demostró que en aquellos países con una mayor
proporción de confianza mutua, el ranking obtenido en la felicidad fue muy
superior. Por ejemplo, en Dinamarca, cuyos ciudadanos alcanzaron el número uno
del ranking de felicidad, el nivel de confianza mutua fue del 68,4 % y los de
Noruega, que ocuparon el segundo lugar del ranking de felicidad, alcanzaron un
nivel de confianza mutua del 64,5 %.
Así,
según se desciende en la tabla del ranking obtenido, descienden igualmente los
niveles de confianza en las relaciones interpersonales, demostrándose que existe
una correlación casi perfecta entre el grado de felicidad y el nivel de
confianza en las demás personas con quienes nos relacionamos.
Una de las
razones por las que la confianza es tan importante para la felicidad es porque
la economía funciona mejor en las sociedades en las cuales existe un alto grado
de confianza en las relaciones interpersonales, de los empresarios y otras
personas relacionadas con los negocios. Si usted confía en las personas que le
rodean, puede avanzar sin tener que estar todo el tiempo mirando a sus
espaldas, y como consecuencia, avanza más.
Las
personas que asumen sus relaciones sin una desconfianza intuitiva, son más
felices, y se desenvuelven en un ambiente distendido, de mutuo entendimiento,
ya que cuando uno confía en otra persona
se segrega una hormona llamada oxitocina, que es la misma hormona que
segregamos cuando estamos en una relación afectiva amorosa o cuando las madres
alimentan a sus bebés mediante la lactancia materna.
Si se
asumen los resultados de las investigaciones realizadas acerca de la relación
entre confianza y felicidad, parece una buena idea confiar en los demás, sin
embargo, la mayoría de nosotros estamos más preparados culturalmente para
desconfiar, debido a que confiar, generalmente, es más peligroso que desconfiar. Dicho de otro
modo, la herencia cultural nos enseña que en este caso, es mejor pecar por
exceso que por defecto, a lo cual contribuyen significativamente los medios de
difusión masiva, que rara vez hablan de sucesos donde la confianza sea la
protagonista, sino de asaltos, robos y asesinatos, que nos hacen vivir
prevenidos y desconfiando de todo aquello que no conocemos.
La
xenofobia, las tendencias a las exclusiones debido a las preferencias sexuales,
el origen, la cultura, la raza, etc. no son más que manifestaciones del quinto
pecado contra nuestra felicidad. Por el contrario, confiar inteligentemente, no
brinda una visión de cuán maravilloso sería vivir en un mundo en el que todos
pudiéramos confiar unos en otros. La confianza proactiva
en los demás, ayuda a construir la confianza interpersonal en la sociedad.
La confianza en los demás es importante para nuestra felicidad y para la
felicidad de todos, entonces resulta necesario que aprendamos cómo erradicar la
tendencia a la desconfianza en otros y como desarrollar una confianza proactiva
en nuestras relaciones interpersonales. Cuando practicamos la confianza proactiva:
- Logramos rodearnos en una cálida red de relaciones interpersonales de confianza mutua.
- Estamos ayudando a construir una cultura de confianza mutua, y con ello a la felicidad del mundo y de los demás
- Nos hacemos acreedores de una mayor confianza y simpatía.
- Contribuimos al crecimiento espiritual de la sociedad.
Ahora bien, antes de conocer las estrategias para desarrollar el hábito de
mantener una confianza inteligente y proactiva, parece lógica conocer cuánto de
confiados o no tenemos. Evalúe su tendencia a la confianza mediante el
siguiente instrumento.
Evalúe las siguientes proposiciones utilizando una escala de 1 a 5 en la
cual:
1: totalmente en desacuerdo
2: medianamente en desacuerdo
3: de acuerdo o desacuerdo en igual medida
4: medianamente de acuerdo
5: totalmente de acuerdo
Proposiciones:
1.
La hipocresía está en crecimiento en
nuestra sociedad.
2.
Para uno es mejor ser prevenido cuando
trata con extraños hasta tener probadas evidencia de que una persona confiable.
3.
Este país tiene un futuro oscuro si no
podemos atraer mejores personas a la política.
4.
El miedo y los castigos más que la
conciencia, es lo que hace que la gente no rompa la ley.
5.
Un sistema de honor, donde los profesores
no estén en el aula durante los exámenes traería probablemente como resultado
un incremento en los fraudes.
6.
Los padres usualmente son dados a no
mantener sus promesas.
7.
Las Naciones Unidas nunca será una fuerza
efectiva para mantener la paz mundial.
8.
El sistema judicial es un lugar donde
todos podemos tener un trato justo.
9.
Muchas personas quedarían horrorizadas si
supieran muchas más noticias de las que se publican.
10.
Es más seguro creer, que al contrario de
lo que dicen, la mayoría de las personas solamente están interesados en su
propio beneficio.
11.
A pesar de que tengamos reportes
periodísticos, es difícil conocer con objetividad acerca de los eventos públicos.
12.
El futuro se avizora promisorio.
13.
Si nosotros realmente supiéramos que va a pasar en política
internacional, tuviéramos razones para
estar más atemorizados de lo que ahora estamos.
14.
La mayoría de los
políticos electos son sinceros en sus campañas.
15.
Mucho de las competencias deportivas
nacionales han sido resquebrajadas de una manera u otra.
16.
Muchos
padres se sienten confiados de poder cumplir sus amenazas y castigos.
17.
Muchos expertos pueden confiar en decir la
verdad acerca de los límites de sus conocimientos.
18.
Muchas personas pueden responsabilizarse
con los que hacen y lo que dicen.
19.
En estos tiempos tan competitivos uno
tiene que estar alerta por si alguien quiere tomar ventajas a su respecto.
20.
La mayoría de los idealistas son sinceros practican
los que predican.
21.
La mayoría de los vendedores son honestos
cuando describen las bondades de sus productos.
22.
La mayoría de los estudiantes no
cometerían fraude aun cuando estuvieran seguros de que pudieran hacerlo sin
tener consecuencias.
23.
La mayoría de los reparadores no te podría
piezas nuevas sin necesidad, aun sabiendo tu desconocimiento sobre su
especialidad.
24.
Una larga serie de reclamaciones por
accidente realizadas a las compañías de seguros no prosperan.
25.
La mayoría de las personas responden las
encuestas de opinión pública honestamente.
Una vez respondido el instrumento sume sus puntos y remítase a la siguiente
escala de interpretación:
Menos de 65: Su nivel
de confianza interpersonal es bajo.
Entre 66 y 76: Su nivel
de confianza interpersonal es promedio.
Más de 77: Su nivel de
confianza interpersonal es alto.
Si su nivel de confianza necesita ser aumentado y usted se ha convencido de
que vale la pena incorporar un comportamiento de confianza inteligente y
proactiva, entonces seguramente le serán muy útiles las siguientes estrategias:
- Recuerde que las personas se comportan más confiadamente cuando les demostramos que creemos en ellas.
- Tenga siempre en mente los beneficios de una confianza proactiva e inteligente.
- Minimice el daño psicológico que le pueda provocar el ser engañado.
Esta última estrategia es particularmente importante, porque cuando alguien
traiciona nuestra confianza nos sentimos muy mal, defraudados y burlados. Es
por ello que resulta importante subrayar que, aun cuando la confianza
inteligente y proactiva, supone minimizar el riesgo de ser engañados, eso no
quiere decir que no ocurra, y en ese caso debemos utilizar las siguientes herramientas
para minimizar el efecto psicológico de vernos burlados:
- Analice por qué es persona se sintió impelida a engañarlo o burlarlo.
- Recuerde no situarse en una posición moralmente superior a la de esa persona que lo engañó.
- Permítase adoptar una actitud de perdón hacia la persona que traicionó su confianza.
- No se culpe a sí mismo por haber confiado, haga responsable de sus actos a esa persona.