Seguramente
Ud. como yo conoce muchas personas que se quejan constantemente del estrés y
los perjuicios que éste les produce; y esas opiniones, determinan que se haya
categorizado el estrés como algo esencialmente negativo. Sin embargo, nada más lejos
de la realidad.
El estrés,
como muchas otras cosas de la vida cotidiana, puede tener efectos positivos o
negativos en dependencia de su magnitud, intensidad y empleo. El éxito radica
en reconocerlo, dominarlo y orientarlo en la dirección correcta, poniéndolo a
disposición de nuestras prioridades básicas, para alcanzar las mismas.
El estrés
es indispensable para nuestras vidas. Sin estrés no logramos la motivación y el
impulso necesario para ir en pos de nuestras metas y alcanzar el éxito. Veamos el siguiente gráfico:

En el gráfico anterior, en el eje x, representaremos la intensidad y duración del estrés, en tanto que el eje vertical (y) nos aporta el nivel de desempeño. El estrés,
tiene una relación directa con el desempeño y su calidad. Cuando el nivel de
estrés es bajo, nos sentimos deprimidos, aburridos y sin ánimo; pero en la
medida en que el estrés aumenta, se incentiva nuestra motivación y el interés
en la realización de la tarea. En la dosis correcta, de intensidad y duración,
el estrés nos conduce al desempeño óptimo, que es el punto más alto de la curva.
La zona coloreada en el gráfico, es la zona de máximo rendimiento. Si el estrés
se intensifica y se mantiene por un tiempo demasiado prolongado, se produce un
estado de gran ansiedad, que conduce a una disminución significativa del
rendimiento.
Este
análisis nos conduce, a la conclusión, de que en las dosis óptimas, el estrés
es un gran aliado, que nos proporciona la motivación y el impulso para alcanzar
nuestras metas. La cuestión es que no somos capaces de determinar con exactitud
cuál es la dosis de estrés óptima en intensidad y duración que produce nuestro
nivel óptimo de desempeño. Si lograr esta precisión resulta difícil para el
propio individuo, cuanto más para los empleadores, sobre todo cuando estos:
- - No tienen un conocimiento amplio de la Psicología aplicada a la administración empresarial.
- - No conocen profundamente la personalidad y las características psicológicas de sus empleados.
- - Están sometidos ellos mismo a una carga desproporcionada de estrés, producida por la celeridad de los cambios en el entorno empresarial y la dinámica del mercado.
Por tales
motivos, resulta interesante incursionar en algunas sencillas reglas que nos permitirán
controlar el estrés y mantener la calma, para lograr el éxito, cualquiera sea
nuestra posición en el ambiente empresarial (empleador o empleado).
De acuerdo
con investigaciones realizadas por el Dr. Travis Bradberry, autor de varios
textos sobre inteligencia emocional y otros temas de la Piscología Aplicada;
los empresarios exitosos, se caracterizan por manejar con gran acierto el estrés, para lo
cual ellos:
- 1. Aprecian lo que tienen. Enfrentan la vida desde una óptica de gratitud, y esa sensación gratificante, les brinda la calma, el buen ánimo y la energía necesarios para enfrentar las nuevas metas que la vida les impone.
- 2. Evitan el cuestionamiento de los éxitos potenciales. Evaden preguntarse o escuchar cuestionamientos relacionados con posibles resultados positivos. La clasifica pregunta “aguafiestas” ¿Qué pasa si….?
- 3. Se mantienen en un estado positivo. Los líderes exitosos, se mantienen en un estado emocional positivo, siempre piensan positivamente y evitan los estados de ánimo y pensamientos negativos.
- 4. Se desconectan. Es un error, creer que un gerente, un buen empleado o una persona exitosa “tiene” que estar disponible 24 horas al día los 7 días de las semana. Las personas exitosas se toman tiempo para sí mismos, para el descanso y la distracción.
- 5. Llevan una rutina de vida saludable. Una de las formas más sencillas y efectivas para mantener controlado el estrés y utilizarlo como una herramienta para el éxito, es llevar una rutina de vida saludable: disminuir la ingestión de cafeína, dormir las horas necesarias para garantizar la restauración de las energías, hacen ejercicios físicos, evitan las “conversaciones” negativas consigo mismos y se toman el tiempo necesario para respirar y oxigenarse.
- 6. Utilizan eficientemente un sistema de apoyo. Tanto los directivos como los empleados exitosos, disponen de un sistema de apoyo eficiente: asistentes, secretaria, mandos intermedios y colaboradores. Cuando se hace un uso adecuado de los colaboradores, y se cuenta con un equipo de apoyo eficiente, se puede lograr que el nivel de estrés se mantenga en valor óptimo para un desempeño de éxito.
- 7. Son capaces de modificar el marco de sus perspectivas. Lo que les permite, re-direccionar sus metas y prioridades de acuerdo a los cambios que tienen lugar en el entorno empresarial y en el comportamiento del mercado.
Muchos de
los fracasos achacados al “estrés”, de manera general, debería precisarse
diciendo que su causa: es el mal manejo del estrés, lo que incluye ser capaces
de controlar tanto su cantidad como su intensidad y duración. Pero el exceso de
estrés no es siempre la causa de todos los fracasos, como muchos se empeñan en
decir. A mi modo de ver, ese estrés negativo que aqueja el éxito de muchas
personas, casi siempre es generado por la falta de precisión de las metas
personales.
La
incapacidad de fijar las prioridades básicas en nuestra vida, tanto personal
como laboral, puede ser capaz de generar una espiral de fracasos y estrés, que
en una escalada indetenible puede conducirnos a un enfermedad psico-somática,
de ansiedad y depresión, que nos haga cada vez más y más infelices e incapaces.
Les
propongo hacer un ejercicio sencillo que les permitirá definir o redefinir sus
prioridades básicas como premisa para –manejando adecuadamente nos niveles de
estrés – lograr el éxito en la consecución de las mismas.
Paso No.1 Busque un espacio con las condiciones
necesarias de paz y tranquilidad para llevar a cabo este ejercicio de
introspección; y donde nadie pueda interrumpirlo.
Paso No.2 Responda por escrito la siguiente
pregunta:
¿Qué haría si solo tuviera una semana de vida por vivir?
Paso No.3 Responda por escrito la siguiente
pregunta:
¿Qué haría si solo tuviera un mes de vida por vivir?
Paso No.4 Responda por escrito la siguiente
pregunta:
¿Qué haría si solo tuviera un mes de vida por vivir?
Paso No.5 Responda por escrito la siguiente
pregunta:
¿Qué haría si solo tuviera un año de vida por vivir?
Paso No.6 Responda por escrito la siguiente
pregunta:
¿Qué haría si una vida entera por vivir?
Paso No.7 Estudie sus respuestas durante 10
minutos y respóndase
¿Cómo tendría que organizar mis rutinas diarias esta
semana para acercarme a mis prioridades básicas?
La vida
hoy es dinámica y llena de oportunidades. La complicación es creer que tenemos
que hacerlo todo, lo que nos arrastra a muchas distracciones sin detenernos a
pensar realmente cuáles son las cosas que deseamos de verdad lograr. Mi punto
de vista es que podemos tomar una opción diferente: Debemos discernir lo que es
realmente esencial y diseñar una vida que realmente importe, con cuya
construcción nos sintamos comprometidos. Solamente si logramos el éxito en
nuestras prioridades básicas podremos sentirnos finalmente realizados y
felices.