domingo, 6 de octubre de 2013

¿Qué hacer para lograr el éxito como directivo?


En el ejercicio de mi profesión, he conocido muchos directivos. Algunos fueron mis alumnos en post-grados o cursos de superación; otros mis compañeros en la maestría;  también estaban mis colegas en mi etapa como directiva y a otros los conocí en la relación entre  el consultor y los ejecutivos. La pluralidad de personalidades y estándares administrativos observados me han permitido generalizar algunos elementos esenciales comunes a todos los directivos exitosos, que hoy quiero compartir con ustedes, incluyendo por supuesto mis experiencias personales al respecto.

Antes de enumerar los aspectos que considero mas importantes para el éxito de un directivo, considero oportuno aclarar que en este contexto nos referiremos al estrecho marco del éxito en el desarrollo de sus tareas personales, aislándolas para su estudio, como bajo un microscopio, y dejando fuera de toda consideración, el éxito de la organización o negocio como sistema; si bien algunos de los consejos que se ofrecen pueden ser generalizados al ámbito organizacional.

Cada día un directivo enfrenta un grupo numeroso de tareas a realizar, las cuales no tienen todas, el mismo nivel de importancia ni de complejidad. He omito a propósito el nivel de urgencia, porque siendo usted un asiduo lector de mis artículos, ya aprendió que lo urgente generalmente es algo importante que no fue considerado oportunamente, bien sea por un error de planificación o un fallo en la organización de sus tareas; pero el lector puede considerar también ese aspecto, si es que aun no conoce como controlar el mismo.

Para acometer sus tareas, un directivo necesita disponer de suficiente energía y tiempo, entre otros recursos. Centremos primeramente nuestra atención en la energía. Todos tenemos que hacer inversiones en energía, dadas que nuestras reservas se agotan si no las renovamos sistemáticamente, por tanto, al analizar este aspecto debemos considera dos cuestiones esenciales:
a)     Que hacer para renovar nuestras energías.
b)     Que hacer para eliminar los “ladrones de nuestra energía”.

Para mantener una óptima disposición para acometer el trabajo, es preciso que usted renueve su energía regularmente, para ello le recomendamos invertir en energía mediante: una alimentación adecuada; la realización de ejercicios sistemáticamente; un uso adecuado de su tiempo libre para proporcionarse un descanso activo, y finalmente, dormir no menos de ocho horas diariamente.

Ahora bien, del mismo modo que usted preserva sus bienes materiales y financieros de ladrones potenciales, debe cerrarle el paso a los depredadores de su energía personal, para lo cual necesita identificarlos y eliminarlos, o en su defecto, minimiza sus efectos.

La sabiduría tibetana, nos ha legado las apreciaciones del Dalai Lama, al respecto de los “diez ladrones de tu energía”, refiriéndose así a modos de comportamiento que sustraen energía positiva de nuestro cuerpo y nos impiden tener desempeños más exitosos. Seguidamente, te brindamos algunos consejos para eliminar o minimizar los efectos de los ladrones de energía.

1-     No permitas que tu oficina se convierta en un depósito de quejas, problemas, historias desastrosas, miedos, juicios y prejuicios. Aleja a las personas que tienen la tendencia a dejar su basura en la mente ajena. Una buena estrategia al respecto es solicitarle a quien te presenta un problema, una propuesta de solución para el mismo y que la implemente.

2-    Mantén tus finanzas al día. Paga tus deudas a tiempo y al mismo tiempo cobra a quien te debe. Cuando una deuda sea incobrable, es mejor dejarla ir.

3-    Cumple tus promesas. Cuando no puedas cumplirla, pero mantengas tu compromiso al respecto, siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a re-negociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida, sin hacer de esto una costumbre. Cuando se trate de algo que no quieras hacer, lo mas aconsejable es decir que no desde el principio.

4-    Delega las tareas. Utiliza a tus colaboradores para hacer aquellas tareas que pueden hacer tanto o mejor que tu, y resérvate para aquellas cosas que tienen una mayor complejidad y te aportan una mayor satisfacción.

5-    Date permiso para descansar. Cuando sientas que necesitas descansar, hazlo. Actúa solo cuando sientas que estas en un momento de oportunidad.

6-    Organiza tu entorno físico. Nada roba más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas que ya no necesitas: tira lo innecesario; recoge y organiza lo que necesites.

7-     Prioriza tu salud. Sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Invierte en acciones que te proporcionaran una mejor salud.

8-    Enfrenta las situaciones toxicas que estas tolerando. Analiza y elimina todas las situaciones no deseadas y actitudes negativas que estas tolerando.

9-    Acepta. Nada te hace perder mas energía que el resistir y luchar contra una situación que no puedes cambiar.

10-   Perdona. Deja ir aquellas situaciones que te disgusten y te estén causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo. El resentimiento te roba tus energías personales y no te permite avanzar hacia nuevos desafíos y logros.

Como ya habíamos explicado, un directivo, además de energía, necesita tiempo para poder realizar sus tareas. Si bien es cierto que cuando tenemos suficiente energía podemos acometer un mayor volumen de tareas, si no tenemos en cuenta la administración adecuada del tiempo, podemos crear un círculo vicioso que terminará finalmente por agotar nuestras reservas energéticas, al dedicar demasiado tiempo al trabajo, en detrimento del descanso y la relajación.

Si queremos ser verdaderamente exitosos en el desarrollo de nuestras actividades personales, debemos combinar eficazmente tiempo y energía, para lo cual necesitamos administrar eficazmente el tiempo disponible. Como ya le hemos comentado, cada persona dispone de la misma cantidad de tiempo cada día, por que entonces a unos les rinde mas que a otros, simplemente, por lo administran mejor. La base de una buena administración del tiempo es el ejercicio efectivo de la función gerencial de organización. En nuestra práctica profesional hemos podido constatar que aquellas personas que se organizan adecuadamente, hace un mejor uso de su tiempo, y disponen del necesario para su vida privada y su familia.

De acuerdo con Bajda (2013), algunas veces la mala administración del tiempo individual es consecuencia de algunos estándares erróneos asumidos por las personas, como por ejemplo: si no estoy ocupado, soy un vago, o si puedo hacer una cosa estoy obligado a hacerlo. De acuerdo a esta autora, muchas personas se auto-sabotean, conspirando en contra de su propio éxito en la administración del tiempo, porque dedican mucho tiempo a actividades que no les motivan y no le proporcionan realización personal.

Al respecto, y con un enfoque mas general del éxito, Britos (2013), reafirma que la manera en que pensamos, nuestros modelos mentales, determinan tus potencialidades de éxito. Así que si deseamos ser exitosos en nuestras actividades como ejecutivos, debemos previamente modelar nuestra mente para el éxito. Llevando este principio al contexto de la administración del tiempo, es preciso lograr un modelo mental diferente al que en la generalidad de los casos se han formado los directivos: agobio de tareas, poco tiempo para la vida personal y un alto nivel de estrés laboral.

Si asumimos un modelo mental en el que reforzamos el criterio de que el tiempo es el único recurso equitativo del mundo y que solo tenemos que administrarlo mejor; y de que un directivo exitoso es aquel que logra armonizar su vida personal con sus logros profesionales mediante una administración eficaz del tiempo; estaremos en mejores condiciones de armonizar energías y tiempo, para alcanzar el éxito en las tareas gerenciales.

A partir del análisis anterior podemos recomendarle lo siguiente:

1-Modifique su modelo mental. Asuma sus tareas con la perspectiva de un directivo que hace una óptima administración de su tiempo y combina armónicamente este con sus energías para lograr el éxito individual.

2- Elimine sus “roba-tiempo”. Determina cuales son sus ladrones de tiempo y trace estrategias para la eliminación de los mismos. Le sugerimos leer nuestro articulo anterior, a modo de ayuda en este empeño.

3- Sistematice. Haga un uso sistemático de las técnicas de la organización del trabajo de dirección y aprenda a optimizar su tiempo, a manejar el teléfono, la agenda, las visitas y las reuniones.


4- Optimice el uso de sus colaboradores. Aprenda a delegar con eficacia, emplee a fondo a sus colaboradores, descubra y estimule el desarrollo de todas sus potencialidades.

Debo enfatizar que si bien los elementos tratados en este articulo, no agotan todos los aspectos a considerar en el éxito de un negocio, constituyen cuestiones muy importantes a tener en cuenta para garantizar la eficacia del trabajo administrativo de los empresarios y gerentes, y el éxito individual de cada uno de ellos en el desarrollo de sus actividades cotidianas.

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