En la primera parte de este artículo, explicamos de manera
general que es el clima organizacional y como este puede influir – para bien o
para mal – en el éxito de una organización. En esta segunda parte, expondremos
nuestras consideraciones acerca de cuáles son las dimensiones y variables, que
a nuestro juicio, resultan insoslayables cuando se va a realizar un análisis del
clima de una organización, y qué aspectos tener en cuenta en cada una de ellas.
Estas áreas de exploración y diagnóstico quedaron enunciadas previamente en la
primera parte de este artículo, y son: ejercicio del liderazgo; nivel de
motivación; grado de reciprocidad percibida; grado de participación en las
metas y propósitos de la organización; particularidades de la cultura y estructura
de la organización.
Es preciso, no obstante, antes de proceder a exponer
nuestras consideraciones personales al respecto, establecer que existen
diversos puntos de vista acerca de cuáles son las dimensiones a considerar en
el estudio del clima de una organización, tema en el que han incursionado
estudiosos de prestigio en la administración empresarial. También debemos
significar, que la selección por nosotros realizada, si bien no agota todas las
consideraciones de dichos autores, incluye de manera general áreas de atención comunes
a un numeroso grupo de ellos, sintetizándolas.
Ejercicio del
Liderazgo
La manera en que se ejerce el liderazgo en una organización,
tiene una incidencia directa en la formación de la percepción de sus miembros
acerca de la misma, ya que es a través del liderazgo que se transmiten las
metas, los propósitos, los valores y paradigmas que deben ser compartidos por
todos los que integran la organización; de ahí que lograr un liderazgo
proactivo, capaz de concitar el compromiso de todos sus miembros, tenga una importancia medular
para toda organización.
Como
dimensión del clima organizacional, el ejercicio del liderazgo se refiere a
la forma en que se ejerce la influencia de dirección, cómo se logra estimular
en los trabajadores el compromiso con la excelencia en el desempeño y la
capacidad de trabajo en equipo y los métodos empleados para la solución de
conflictos.
Al diagnosticar el clima organizacional, deben tomarse en consideración
en el ejercicio del liderazgo, las
percepciones de los trabajadores acerca del ejercicio de las funciones de dirección
(administración); el grado en que estimula la excelencia en el desempeño; el
grado en que se estimula, promueve y asegura el trabajo en equipo y la manera
en que logra dar solución a los conflictos.
Nivel de Motivación
Es reconocido por todos los estudioso de la administración,
y en particular por los que se relacionan directamente con la gestión de
capital humano, que el nivel de motivación que se logre alcanzar en los
trabajadores es determinante en el éxito de una organización, ya que son estos
los encargados de llevar a feliz término las metas y propósitos de la misma.
En el contexto del estudio de clima organizacional, el análisis
de esta dimensión abarca todos los aspectos relacionados con el grado de motivación
percibido por los miembros de la organización, relacionados con aspectos tales
como: el nivel de compromiso con las metas colectivas, el monto de la realización
personal obtenida en el trabajo, las condiciones de trabajo y el reconocimiento
que se hace del aporte realizado por cada uno de los miembros de la organización.
Cuando se indague acerca de las percepciones de los miembros
de la organización en esta dimensión del clima, resultará muy beneficioso tomar
en consideración lo planteado por Robbins (1999) acerca de que en la motivación
se combinan la voluntad de ejercer altos niveles de esfuerzos para alcanzar las
metas de la organización, condicionada a la satisfacción de una necesidad
individual y a la percepción de un estado interno que hace que determinados
resultados parezcan atractivos.
Grado de Reciprocidad
Percibido
Esta dimensión
del clima organizacional atañe a la ponderación de las relaciones de intercambio entre los trabajadores y la organización,
e incluye la evaluación de elementos tales como la equidad, el cuidado del
patrimonio institucional y la retribución, tanto moral como material. Nada influye
mas negativamente en el estado emocional de un trabajador, que el sentimiento
de que sus esfuerzos no son retribuidos en la misma medida, y que el compromiso
con la organización no es recíproco.
Si bien, en
tanto sistema, todas las dimensiones del clima repercuten entre si, una percepción
negativa de la reciprocidad tiene una particular incidencia, negativa por demás,
en la percepción de las dimensiones motivación y participación. Cuando se
experimenta un sentimiento de falta de reciprocidad en las relaciones con la organización,
los miembros de esta tienden a disminuir significativamente su compromiso con
las metas colectivas y por ende, la motivación para alcanzar un desempeño cualitativamente
superior. En consecuencia, auto-limitan su participación en las metas
organizacionales y si esta percepción negativa se mantiene en el tiempo, acaban
por subvertirse los valores de la cultura organizacional, conduciendo a la
ineficiencia y la ineficacia, y en consecuencia, al fracaso.
Grado de Participación en las Metas Organizacionales
Para que
exista un clima organizacional saludable, los miembros de una organización deben
percibir que tienen una participación activa en la gestión empresarial. Esta dimensión
abarca elementos tales como el grado de compromiso con la productividad, la ponderación
del intercambio de información, el compromiso emocional de los trabajadores y su
implicación en el cambio.
Es preciso
subrayar que entre estos aspectos existe una relación de interdependencia, ya
que en la medida que el intercambio de información sea el adecuado, ello determinará
un más alto nivel de compromiso con la productividad, así como también, hará más
profundo su compromiso emocional –
robusteciendo valores tales como la lealtad, la fidelidad y la responsabilidad-
y propiciará una mayor implicación en los cambios. Dicho de otro modo, en esta dimensión
del clima organizacional, el comportamiento de la variable, intercambio de información,
resulta determinante.
Algunos
administradores y dueños de negocio, teniendo en cuenta que la información es
poder, tienden a limitar la información que transmiten a su colectivo de
trabajadores, sin embargo, la evolución de la administración como ciencia, ha
demostrado la necesidad de que la información fluya en todas direcciones y en
todos los niveles de la estructura social de una organización para que pueda
concitarse el esfuerzo mancomunado de todos en la dirección de las metas
empresariales.
Cultura Organizacional
La cultura de
una organizacional, se percibe en primera instancia por sus producciones:
uniforme, logotipo, slogan, lema comercial, etc., las cuales sirven para
divulgar qué valores se desean cimentar en la organización y desarrollarlos
hasta que se conviertan en paradigmas de cada uno de sus miembros.
Según Cuesta (2005) la cultura
organizacional se define como “ …el conjunto de normas, valores, creencias y
pautas compartidas que caracterizan los modos de hacer y comportarse de los
miembros de la organización, y que determinan la forma en que se resuelven los
problemas y se toman las decisiones en la organización”. Cuando la cultura de una organización
es suficientemente fuerte, trasciendo los marcos empresariales para formar
parte, incluso de la cultura de los pueblos. Hay muchos ejemplos que permitirían
ilustrar lo anteriormente expuesto, pero permítanme hacer honor a mis raíces poniéndoles
un ejemplo de mi ciudad natal.
Matanzas, es
una ciudad colonial radicada en la provincia cubana de igual nombre. Antes de
1959, existía un negocio de servicios automovilísticos (garaje y taller de
reparaciones), cuyo dueño era el señor Félix Calimano. Uno de los paradigmas de
su negocio era estar abierto 24 horas al servicio de sus clientes. Así lo hacían
saber sus anuncios radiales y los anuncios gráficos situados en el propio
establecimiento. Tanto caló dicho paradigma en la cultura del pueblo matancero,
que hoy día, generaciones que no conocieron este negocio ni a su dueño, cuando
quieren referirse a alguien muy trabajador, que dedica muchas horas a su labor,
le dicen:¡Estas como Félix Calimano! Eso es un ejemplo fehaciente, de la fuerza
que pueden tener los paradigmas de la cultura de una organización.
Por ello,
cuando se analiza el clima organizacional, no es posible soslayar el análisis de
la cultura organizacional, sus elementos y como sus valores y paradigmas,
inciden en la percepción que de su ambiente de trabajo tienen los miembros de
la organización.
Estructura Organizacional
La estructura
de una organización constituye la suma total de todas las formas en que su
trabajo es dividido en diferentes tareas y luego es lograda la coordinación
entre las mismas. (Gomez, 2001) A partir de lo expuesto, se hace evidente que
el desempeño exitoso y eficiente de una organización está en relación directa
con la eficiencia con que diseñe su estructura interna, ya que ella es el
vehículo a través del cual se materializan las funciones de dirección y
constituye una vía efectiva para elevar la eficiencia de la misma, armonizando
la división del trabajo y muy en especial la coordinación entre las diferentes
áreas.
En
consecuencia, la posibilidad de que la organización alcance sus objetivos,
depende en gran medida de la manera en que están formadas y relacionadas sus
diferentes unidades organizativas, por ello cualquier trabajo dirigido al
perfeccionamiento de las entidades económicas y a alcanzar los niveles de
eficiencia y eficacia deseados, conlleva necesariamente el perfeccionamiento de
la propia organización general del sistema.
En la
evaluación de esta dimensión del clima organizacional se atenderá a las
siguientes variables: cumplimiento de los principios de organización, patrón
estructural, eficiencia de la estructura organizativa y eficacia de la
estructura organizativa.
Ahora
bien, ¿Qué hacer para diagnosticar el clima de una organización?, ¿Qué herramientas
utilizar para ello? La evaluación del clima organizacional es una investigación,
generalmente llevada a cabo por especialistas y consultores, y en calidad de
tal, se emplean los métodos generales de la investigación y herramientas
propias de la investigación social, tales como observación, cuestionarios,
encuestas, entrevistas, etc. Si alguno de nuestros lectores estuviera
interesado en profundizar al respecto, háganos saber, porque estamos a su disposición.

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