En
la primera parte de este séptimo y último “pecado” que conspira con nuestra
felicidad cada día, estuvimos valorando los beneficios que nos traería
concentrar nuestra atención en el “aquí y ahora” y mantener una actitud de alejamiento,
como una “mosca que observa desde la pared”, para poder enfrentar los retos de
la vida de una forma más constructiva y evitar los sentimientos negativos que
no nos permiten adoptar las mejores decisiones para vivir una vida más plena y
feliz.
Esta
segunda parte, la vamos a dedicar a ofrecerle algunas orientaciones para aplicar
“mindfulness”, una de cuyas interpretaciones es “meditación”. Como ha comprobado un gran número de académicos occidentales, que son catedráticos de
prestigiosas universidades en el mundo y en particular en Estados Unidos, la
práctica de la meditación, no está asociada necesariamente a la práctica
religiosa, sino que resulta una herramienta muy eficaz para el desarrollo de la
atención y la concentración, competencias mentales muy necesarias para la vida
profesional y personal de cada individuo.
A
continuación, les brindamos las instrucciones para una práctica denominada “Presencia”
que les permitirá, a partir de su reiteración y sistematización, desarrollar e
incorporar las competencias necesarias para vivir una vida más plena y feliz y
construir relaciones más duraderas y fructíferas.
Práctica de Presencia. Orientaciones
1.-
Busque un lugar tranquilo y agradable donde se sienta bien.
2.-
Siéntese cómodamente, con los pies firmes en el suelo y las manos en su regazo,
la situación de las palmas (hacia arriba o hacia abajo) es opcional.
3.-
Puede cerrar sus ojos si así lo desea, pero no es imprescindible. No obstante,
en la mayoría de los casos es mejor cerrarlos al menos en las primeras
prácticas para obtener una mayor concentración.
4.-
Coloca su pensamiento en la parte más alta de su cabeza, y mentalmente
descienda por todo su cuerpo, lentamente, y vaya relajándose cada una de las
partes del cuerpo por la que desciende su pensamiento hasta los pies, y regrese
nuevamente hacia arriba. Repítalo tanto como sea necesario para quedar lo más
relajados posible.
5.-
Una vez alcanzado una relajación general, concentre su atención en su
respiración, tomando conciencia de cada inspiración y cada expiración; en tanto
continúa sintiendo una mayor relajación.
6.-
A continuación, ponga atención en los latidos de su corazón, tome conciencia de
su ritmo y su permanente impulso de la vida por todo nuestro cuerpo; mientras
mantiene y profundiza su estado de relación.
7.- Ahora,
dirija su atención a su cerebro, y limpie su mente de todo tipo de pensamiento,
trate de lograr una ausencia de pensamientos total.
8.- Una
vez lograda una total relajación, repita pensando en su mente “No tengo nada
que promover”; ahora dirija su pensamiento a su respiración y repita “No tengo
nada que defender”; dirija su atención a su respiración y repita “No tengo nada
que temer”, y continúe repitiendo “La única realidad es que yo estoy aquí ahora”.
9.-
Repita el paso número 8, al menos tres veces.
10.-
Tómese un tiempo para respirar y descansar.
11.-Termine
la práctica, abriendo suavemente los ojos, si es que lo mantuvo cerrados.
Para
concluir este ciclo acerca de la felicidad, y las formas en que podemos
construirla o destruirla, les regalamos los 7 pasos de la felicidad esperando como siempre, que
mis lectores encuentren provecho en nuestras entregas y que éstas puedan
contribuir a lograr mejores relaciones interpersonales, tanto como directivos o
profesionales o en nuestras vidas personales.
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