En una de las primeras conversaciones que hemos tenido con nuestros lectores en “Viento en Popa”, abordamos la importancia de dejar definidos los roles y los valores en las empresas familiares, de modo que se pudiera diferenciar el papel década miembro de la familia en el seno de ésta y el que tendría que desempeñar en la empresa familiar, y se pudiera definir de manera unívoca la cultura que se pretende enraizar en la misma, transmitiendo los valores de generación en generación.
En
aquel momento pensamos que, habíamos agotado el tema, al dejar esclarecida la
necesidad de definir claramente los roles y los valores de la empresa familiar;
sin embargo, profundizando en este tema posteriormente, y una vez que
comprendimos la importancia que tiene la sustentabilidad de las empresas familiares
para la economía de cualquier país, decidimos dedicar otros artículos a este tema, teniendo en
cuenta que “Viento en Popa” está dirigido a aportar conocimientos y prácticas
gerenciales, que según las estadísticas del sector, deben ser mayoritariamente
empresarios familiares.
En
nuestro artículo anterior, nos planteamos la diferencia entre una empresa
familiar y una que no lo sea, y dejamos establecido que si bien ambas son en
muchas cosas prácticamente iguales, la gran diferencia entre ambas radica en la
complejidad que adicionan la interacción de dos sistemas cuyas reglas de
organización y funcionamiento son esencialmente diferentes: familia y empresa.
¿Qué puede ayudarnos a reducir significativamente esta complejidad? Ese es el
centro de atención de nuestra conversación de hoy.
Los
pequeños negocios familiares emergen en la mayoría de los casos de una forma un
tanto empírica, a partir de la motivación de sus fundadores, los cuales
comparten el proyecto, y con él, sueños, empeños, modos de comportamiento y
organización, todo ello de manera empírica y las más de las veces sin previa
formalización. Sin embargo, a medida que crecen la familia y el negocio, cada
vez se va haciendo más difícil lograr que todos los miembros de la familia que
trabajan en el negocio, piensen y actúen de modo uniforme.
Es
en ese momento que se revela, a veces de modo traumático y doloroso, la
complejidad para mantener el equilibrio y buen funcionamiento en la interacción
de la familia y la empresa, y se hace evidente que para que una empresa familiar se
sostenga y desarrolle en el tiempo, se hace imprescindible, combinar de manera
armónica dos elementos: la capacidad innovadora y los recursos familiares.
Cuando
se manejan acertadamente estos elementos, se mejora el desempeño y se potencia
la capacidad de trascendencia de la empresa familiar de generación en
generación, ya que los recursos familiares contribuyen a facilitar y
desarrollar la orientación emprendedora de la empresa familiar, con lo cual se
propicia que ésta se mantenga por muchas
generaciones, porque sus miembros estarán renovando sus objetivos y haciendo
crecer y avanzar continuamente la empresa familiar.
Llegados
a este punto, resulta interesante abordar cuáles son los aspectos que se
resumen en estas dos categorías, dada su importancia en el desarrollo y
continuidad de la empresa familia.
La orientación emprendedora comprende
aquellas dimensiones que hacen que una empresa familiar siempre esté
considerando nuevos productos, servicios o nuevos negocios. De acuerdo con
Sandoval, F. (2014), la orientación innovadora agrupa las siguientes
dimensiones:
·Autonomía: La libertad que tienen los individuos dentro de una empresa, para
ser creativos, proponer ideas y cambiar las cosas que actualmente se hacen en
la empresa.
·Innovación: Tendencia que tiene la empresa para motivar e impulsar nuevas
ideas y procesos creativos que dan como resultado nuevos productos, nuevos
procesos o nuevas tecnologías.
·Toma de riesgos: Grado de iniciativa que tienen los gerentes
para comprometer recursos de la empresa para crear nuevos negocios o empresas.
Si es muy alta esta iniciativa significa que son propensos a tomar riesgo.
·Pro actividad: Búsqueda constante de nuevas oportunidades para innovar o crear
nuevos negocios.
·Agresividad: Propensión de la empresa para retar a sus competidores
directamente y mejorar su posición competitiva dentro de su industria.
Los recursos familiares abarcan
los recursos y capacidades únicas que tienen las empresas familiares al interactuar la familia, la sociedad y la
propia empresa. Fernando Sandoval (2014) incluye dentro de los recursos
familiares, los siguientes aspectos:
· Liderazgo: Se refiere al impacto que tiene en el crecimiento de la empresa
el liderazgo de la familia como gerentes y dueños. La experiencia y desempeño
de los líderes familiares puede ser muy relevante.
• Redes: Son todas las conexiones que
tiene la familia y que le permiten impactar en las capacidades emprendedoras y
e crecimiento de la empresa. Estas redes crean capital social, relaciones de
mercado, prestigio, marcas y reputación de la empresa familiar.
• Capital financiero: Son las decisiones
y control financiero que lleva a cabo la familia, como deuda, flujo de
efectivo, etc. que facilitan o inhiben el crecimiento de la empresa.
• Toma de decisiones: Se refiere a cómo
son tomadas las decisiones y la influencia de la familia en la toma de
decisiones para lograr ventajas competitivas en la empresa.
· Cultura: Son las creencias, normas, valores, prácticas, etc. que crean un
ambiente y clima interno en la empresa. La familia impacta definitivamente en
la cultura de la empresa.
• Relaciones: Se refiere al tipo de
interacción que tienen los miembros de la familia entre sí y los miembros de la
familia con los empleados no familiares de la empresa. Esta relación puede
facilitar o inhibir el desarrollo de la empresa.
• Gobierno: Estructuras formales para la
toma de decisiones de la familia y de la empresa. Es decir si existe y funciona
el consejo de familia, el consejo de administración y los comités directivos.
• Conocimiento: Uso, creación,
almacenamiento del conocimiento que contribuye al crecimiento de la empresa. Y
en específico al conocimiento de experto o de idiosincrasia que tienen los
fundadores o directores familiares y que transmiten a las siguientes generaciones.
Ahora bien, cómo lograr que todos estos recursos se aprovechen de
manera óptima en aras de los propósitos y metas de la empresa familiar, ese es
el mayor reto de estas empresas. Para ayudar al triunfo seguiremos abordando
este tema de particular interés en próximas entregas. Hasta entonces mis
mejores deseos de éxitos profesionales y personales para todos mis lectores
asiduos.
*Fuente: Sandoval, F. Continuidad y Desarrollo de la Empresa Familia. Coursera.org. 2014
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