lunes, 24 de junio de 2013

La 4E: eficacia; eficiencia; economía y ecología.


La 4E: eficacia; eficiencia; economía y ecología.
Los resultados esperados en toda actividad económica, ya sea de la rama industrial o del sector de los servicios, debe tener como propósito general alcanzar el éxito, lo que genéricamente puede resumirse en el logro de lo que Pavón & Gómez (2012) ha denominado como las 4E de la administración empresarial, a saber: eficacia, eficiencia, economía y ecología.
Toda organización tiene un meta objetivo o misión que constituye su razón de existencia, del cual se derivan posteriormente un conjunto de objetivos, cuyo cumplimiento exitoso, es el propósito general de la administración en el marco de dicho sistema.
La eficacia expresa el grado en que una actividad,  programa u organización en particular alcanza las metas que se había propuesto. La eficacia se relaciona entonces con los resultados del proceso de trabajo de la organización, el cumplimiento de los planes de producción o servicios en la cantidad y calidad previstas, y la comprobación de que el producto o servicio es socialmente útil, todo lo cual ha de medirse en función del grado en que se han satisfecho las expectativas de los clientes del sector del mercado seleccionado. Cuando no se mide la eficacia, en términos de la satisfacción del cliente, se esta condenando a la organización al fracaso, ya que esta es su razón de existencia.
La eficiencia es la relación entre los recursos consumidos y  la producción de bienes o servicios, la cual se expresa como porcentaje comparando la relación insumo/producción con una norma o estándar aceptable. La eficiencia aumenta en la medida en que un mayor número de unidades se producen utilizando una cantidad dada de insumos, y expresa el grado de racionalidad alcanzado en la administración de los recursos necesarios para el funcionamiento del sistema.
De acuerdo con el criterio compartido por Pavón y Gómez (2012), para lograr el funcionamiento eficiente de un sistema organizativo, deben atenderse a los siguientes aspectos:
§  Que las normas de consumo y de trabajo sean correctas y que la producción o los servicios se ajusten a las mismas.
§  Que se aprovechen al máximo las capacidades instaladas.
§  Que se cumplan los parámetros técnico-productivos, que garanticen la calidad.
§  Que las mermas y los desperdicios que se originen en el proceso productivo o en el servicio prestado sean los mínimos.
§  Que todos los trabajadores sean competentes para la labor a realizar.

La economía alude a los términos y condiciones bajo los cuales se adquieren y utilizan los recursos humanos, financieros y materiales, y abarca tanto lo referente a la cantidad y calidad apropiadas, como al logro de un costo conveniente y al suministro oportuno de los mismos.   Finalmente, y tal como seguramente ha avizorado el lector, la ecología expresa la relación organización/medio ambiente. Lograr una organización ecológica, supone el logro de que la producción de bienes o servicios no implique una agresión al medio ambiente, es decir, la administración debe garantizar que la actividad de la empresa no produzca impactos medioambientales no deseados.
La posibilidad de que una entidad económica cumpla con su objeto social y alcance sus metas -tanto inmediatas como a mediano y largo plazos, garantizando eficacia, eficiencia y economía, a la par que una relación armónica con el medio ambiente, depende en gran medida de la eficacia con que se ejerza la actividad de dirección o administración, ya que mediante ésta se pueden combinar todos los recursos disponibles en aras de los objetivos de la entidad, estableciendo las relaciones necesarias, tanto en el marco del sistema organizativo como en su intercambio con el entorno.
Es el criterio de la autora que, con independencia del sector económico en que se inserte y de las dimensiones de la organización, la administración empresarial debe encaminarse en la dirección del logro de las 4E antes descritas, pues desconocerlas u obviarlas puede conducir al fracaso. Es preciso asimismo subrayar que estos cuatro aspectos constituyen un si mismos un sistema, y por ende, la ausencia de alguno de ellos en los resultados de una organización empresarial, afecta el comportamiento de los restantes, haciendo que integralmente el sistema no alcance sus meta- objetivos exitosamente.

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