viernes, 26 de febrero de 2016

La Selección del Presidente




Nos aprestamos a seleccionar el próximo presidente de los Estados Unidos. Los debates, encuestas, artículos e intercambios en las redes sociales, se adicionan al entramado de las campañas de los candidatos de ambos partidos para definir, en las primarias quien será finalmente el aspirante de cada partido, quedando entonces en manos de los ciudadanos capacitados para el voto el ejercer su derecho a seleccionar el próximo presidente de la Nación.

Si nos atenemos a la primera de las 36 leyes universales consideradas por la Teosofía, el Budismo y el Rei-ki, entre otras filosofías: “Como es arriba es abajo”, lo cual implica que lo que se produce en un macrocosmo indefectiblemente se replicará en los microcosmos que lo integran. De igual modo, el liderazgo replica su filosofía y valores en todos los colaboradores, de ahí la particular importancia que la selección correcta y adecuada de los líderes, sin excluir el presidente de una nación.

La eficacia del líder se considera típicamente en términos del grado del logro de una meta o de una combinación de ellas, sin embargo el análisis de esta eficacia es según el punto de vista con que se analiza. Los individuos pueden considerar al líder como eficaz o ineficaz según las satisfacciones que deriven de la experiencia total de trabajo. En realidad la aceptación de un líder reposa ampliamente en las expectativas de los seguidores, de que una acción o estrategia adoptada produzca el resultado esperado por éstos.

El liderazgo puede ser formal o informal, de acuerdo a la forma en que se selecciona el mismo. Los líderes formales son aquellos que designa la estructura formal de una organización para cumplir tareas de dirección dentro de la misma. Las personas que ocupan estos cargos llegan a los mismos, a través de un régimen de promociones y/o ascensos que implementa la organización; o por medio de designaciones directas. Estos líderes en general son capacitados para ocupar dichos puestos, sin que esto implique necesariamente poseer todas las características innatas de un líder. Los líderes informales son aquellos que surgen en forma espontánea y natural, en el seno de un grupo. Su potencial de influencia se basa en el consentimiento voluntario de la mayoría del mismo. Este tipo de líder en general tiene cualidades y habilidades innatas para desarrollar sus funciones al frente de los grupos.

En caso de un presidente de un estado demócrata, se combinan ambas formas, pues si bien los aspirantes a ocupar el cargo son personas que tienen una apreciable formación profesional que les pone en condiciones de desempeñarse en el cargo al que pretenden ascender, el cual forma parte de una estructura organizativa jerárquica formal en la cual una vez insertado deberá cumplir determinadas tareas de dirección; su selección finalmente depende de algunas características básicamente asociadas a las que conforman la personalidad de un líder informal, tales como el carisma, la capacidad de captar la voluntad de voto y la autoridad formal que logren demostrar sobre sus electores. Por eso se hace especialmente compleja la selección, tanto de los candidatos de cada partido como la del Presidente de la nación.

Estas consideraciones me han motivado a darles algunos elementos que puedan coadyuvar a orientar su selección, para cuando se vea enfrentado a esta disyuntiva no se guíe solamente por la simpatía o por una corazonada. A continuación revisaremos qué cualidades de cada tipo de liderazgo debe tener un candidato a presidente, para incrementar nuestra probabilidad de acierto al hacer nuestra selección, considerando como tal el éxito de su gestión en términos de satisfacción de las expectativas del electorado.
Para hacer esta revisión debemos tener en cuenta, que la mayoría de las características del liderazgo formal se dan en el caso de un presidente, sólo a partir del momento en que éste toma por posesión del cargo, por lo tanto en el período previo debemos considerar con mayor énfasis en las características del liderazgo informal, que deben estar presentes en la personalidad de un buen presidente.

La confianza en sí mismo puede definirse como la seguridad que tiene en sus actos, en base en sus conocimientos, experiencia, etc., con independencia de factores externos, en tanto que el entusiasmo que es la actitud que denota el empuje, el empeño, las ganas que pone el líder en cada una de sus acciones al frente del grupo.

Coraje es la valentía frente a cierto tipo de acciones que son nuevas o de las cuales no se conoce su resultado cierto, sin que esto signifique no ser cauto. Si el líder tiene fuerza para atraer al grupo o ganarse su confianza por su sola forma de ser, entonces éste líder tiene carisma: que es la destreza para convencer a diferentes fuentes de la organización de que se está en frente a un triunfador.

El líder por lo general tiene un contagioso entusiasmo y gran maestría para contestar cualquier crítica con aseveraciones aparentemente fundamentadas. El optimismo es la confianza razonable de recompensa según el trabajo realizado sobre la base de la capacidad de uno y al grupo adecuado para hacer frente a las distintas contingencias.

Otra de las características que debe poseer un líder es sensibilidad social. El líder es sensible socialmente si sus percepciones de los estímulos externos e internos, concuerdan con un criterio de realidad. Todas las percepciones que concuerden con un criterio específico de realidad son clasificadas como correctas o sensibles, y las que no, como insensibles.

La personalidad de un líder se completa con cualidades esenciales en sus relaciones con el colectivo que dirige, a saber: integridad, perseverancia y credibilidad. La integridad, se relaciona  asimismo con la honestidad y responsabilidad que demuestra el líder en sus actos.  Perseverancia, se refiere a su capacidad de ser constante e insistente en los asuntos que le concierne a su grupo y al logro de sus objetivos.

Todo líder debe saber cómo mostrar a sus colaboradores como llevar a cabo su trabajo, y de la misma manera, las ventajas que esto implica, por lo que la persuasión -capacidad de influir en otras personas- es una característica muy importante que se complementa con la claridad en la que se expresan los objetivos; si el líder no se muestra seguro y creíble en sus aseveraciones y pedidos, es difícil que sea correspondido. La credibilidad y la coherencia – correspondencia entre el discurso y el desempeño – son esenciales para lograr un liderazgo efectivo.

En lo que respecta a las características propias de liderazgo formal, debemos subrayar la importancia de que el líder posea habilidad para tomar decisiones, ser capaz de  saber discernir qué es lo que le conviene a la nación o parte de ella en cada momento, basándose en la información que posea al respecto y el uso adecuado y permanente de su colectivo de asesores más cercanos, lo cual nos lleva a otras de las cualidades importantes, la habilidad para obtener o dar colaboración, ya que es de gran importancia que una persona que esté a la cabeza de un grupo humano de cualquier naturaleza, el saber ayudar y hacerse de ayuda cuando la situación lo amerite, puesto que esto puede implicar el éxito o el fracaso del emprendimiento. 

Cuando un líder ha desarrollado convenientemente la habilidad de utilizar a sus colaboradores, y reconoce la importancia del uso de la Inteligencia colectiva como herramienta gerencial, desaparecen cualidades tan negativas y nocivas como la arrogancia y la prepotencia, que llevadas al campo de la política tienen su expresión más álgida en la xenofobia, el fanatismo, el chovinismo y otras tendencias excluyentes, que cuando están presentes en la política de un estado tanto conspiran contra la unión, la paz y la armonía interna y externa de una nación.

Me gustaría pensar que estas consideraciones podrán ayudar a mis conciudadanos a hacer una mejor elección, y orientar su voluntad de voto hacia aquel candidato que haya demostrado so potencial de liderazgo más convincentemente. Y para darles una mayor gama de consideraciones a los interesados, les invito a leer detenidamente “Los Secretos del Liderazgo de Colin Powell” (Autor: Oron Harari), unas de las personalidades políticas más importantes de la historia reciente de los Estados Unidos; sus consejos y puntos de vista sientan cátedra de lo que debe ser un líder en cualquier ámbito de la vida social y económica, desde el intimo contexto de una familia hasta los niveles más altos de dirección.